Una ausencia más.

El dinero se convirtió -para él- en un medio para lograr su objetivo: hacerme sonreír. Eramos asiduos visitantes de Cinemark; al inicio también visitábamos Lucio, y es que el se dio cuenta que cada vez que comía era feliz. Cuando me antojaba de almendras, corría hacia el estante donde estaban ellas, a conseguirme uno o dos paquetes. O en algunas ocasiones, me abrazaba hasta que el mar de emociones y lágrimas pasaba...Aunque a veces trato de no hacerlo...me resulta difícil no contar esta ausencia...porque sí, Ri también se fue...saltó por el encima del muro y corrió lo más lejos que pudo, ahora persigue una meta: ¡ser feliz!

¡Resignación!

Está bien...dejaré que los recuerdos se marchen, incluso si ellos te incluyen. ¡Resignación!

(Pero, de vez en cuando me permitiré mirar atrás-solo para verte-)


Adiós...

El olvido.

Hoy me di cuenta que poco a poco los recuerdos que tengo de ti, es decir, nuestros recuerdos, irán desapareciendo, y es que, he llegado a un punto en que no sé para que tenerlos en mi presente; ya no me esfuerzo por retenerlos ni por repasar los detalles, he claudicado en la tarea de retroceder y avanzar en cada uno de ellos -como si fuera un reproductor dvd-

Solo hay un instante que no me permitiré borrar, unos meses atrás apenas, en que te vi bajando las escaleras y sentí por segunda ocasión en mi vida que un flechazo atravesaba mi corazón...ese que me confirmó que nunca había dejado de quererte, que nunca había dejado este amor que siempre, pero siempre me ha llevado hacia ti...en cuerpo y alma...

Amigo, amante.

Nos unen dos lazos:
Somos amigos,
somos amantes.
Cada lazo ha sido perfectamente dividido, para no herirnos, para no separarnos (pese a la distancia).
He contabilizado nuestros pocos encuentros, ¿tú no?
Y sacando conclusiones, la mitad de cada uno de ellos se ha basado en fortalecer nuestra amistad, y bueno...la otra mitad, tú sabes...

Te sigo esperando.

Apenas cierre las ventanas de mi alma, espero verte.

No te olvides, cada día te espero en el mismo lugar...¡En mis sueños!

(En mis sueños y en la realidad, solo una palabra tuya y estaré contigo hasta la eternidad)

Te extraño.

Cada día te busco en el mismo lugar...

En Boca del Río, junto a mi bicicleta morada, esperando a que abras la puerta de tu casa para abrazarte, llenarte de besos y aprender un poco más de ti.


(¡En mis sueños!)
.
.
.
.
.
.
Te extraño...

Él.

Con una mirada solía desarmarme, con una mirada y también con un breve sermón, qué bella manera de traer abajo mi ego colosal. Luego, me dejaba pensativa las siguientes horas, los siguientes días, en realidad; una vez que lo enseñado hacía efecto, aparecían mis ganas locas de volverlo a ver, de abrazarlo, de colocar mis brazos alrededor de su cuello, de pararme de puntitas para alcanzar su boca. Hoy, solo puedo buscarlo en sueños...porque estando despierta, intento esquivar todo pensamiento que se dirige hacia él...

Nada.

Una confesión bastó para traerme abajo, la hélice del molino que el gigante empujó, me atravesó.

Trato de mantener la calma, ¿qué sucede conmigo? Hay días en los que me enfrento a un nuevo YO, cada confrontación es triste, me abate, pienso largamente, intento ordenar las piezas de mi rompecabezas. Me hago nada por un día, dos, tres, cuatro días, con la intención de equilibrarme...Hoy, por ejemplo, soy una nada muy grande...

Voluntad.

Con tristeza decidí soltar sus manos, y mírenme ahora...comienzo a recorrer mi camino sola, no hay más sombras que intentan alcanzar mi paso, ni nostalgias que amenazan con tumbarme de un soplido. Que basten mi compañía, mi amor propio, mi voluntad y mi decisión por estar bien.

Oye tú: Te extraño, pero adiós.

Minutos después de despertar, me descubrí pensando en ti, traté de recordar mis sueños: quizá había soñado contigo una vez más.
Ya es de noche, y te has mantenido presente a lo largo del día. tu recuerdo ha sido acompañado por la melancolía, he tratado de contabilizar el tiempo que llevas fuera pero mis cálculos terminan siendo inexactos; lo cierto es que te extraño irremediablemente...comienzo a creer que eres el amor de mi vida; desde hace más de un lustro y en cada etapa de mi existir, te he querido de mil formas.. pero ya no más...no más de este loco querer... no me permitiré seguir aferrada a ti y a los minúsculos encuentros que tuvimos, lo que no fue, no podrá ser JAMÁS. Volteo la página, feliz vida para ti.