Usted.

Lea bien,

Yo a Ud. lo quiero infinitamente,
Lo quiero por lo que piensa, por lo que siente, por lo que hace
Qué hubiera sido de mi existencia sino hubiera sido por su existencia,
Qué hubiera sido de mí sin su paciencia, sin su tiempo, sin sus palabras.

Aún me cuesta correr,
Se habrá dado cuenta que incluso camino con dificultad,
A veces tambaleo, me detengo, lloro extensamente, luego sigo el paso.

Le tengo una propuesta,
No se vaya aún, permanezca conmigo hasta que pase la marea,
Me es difícil ofrecerle algo a cambio,
¿Gratitud eterna? Sí, eso, y todo lo que pueda hacer por Ud. hasta que yo muera.

Si creyéramos en un dios, le daría las gracias por su presencia,
¡Seamos sinceros!
¡Quién guía a un ciego en el horror de la existencia!
¡Qué impaciente decide permanecer a lado de otro impaciente!
Porque eso somos Ud. y yo:
Dos impacientes que se cruzaron por un destino inexacto.

No dudo que Ud. haya tenido una etapa oscura,
¿Quizá por eso siempre dice que nos parecemos?
¿Quizá por eso decidió quedarse por aquí un rato más?

Yo sé que Ud. me entiende,
Que la sacudidas que me da,
Por medio de sus palabras
Tienen una base sólida,
¡Despierta carajo!, me ha dicho Ud. con desesperación,
¡Despierta mierda!, me ha dicho Ud. con frustración.

Pierda cuidado,
Ud. no me es dispensable,
Me preparo para su partida,
Me preparo para cuando levante sus alas y se aleje de esta realidad,
Para mí, el amor trasciende fronteras,
Es que yo lo amo, lo amo inmensamente,
Como un ser humano ama debería amar a otro,
Y allá, hacia donde va Ud. este sentimiento lo seguirá,
No crea que olvido su confesión:
Seré su fantasma por un largo tiempo.

Qué mejor si ese fantasma es mi amor,
Un amor puro y libre…

Dentro de unos años quizá,
Cuando nos encontremos después de su larga ausencia,
Charlaremos y reíremos de la congoja que me aprehende hoy,
Qué mejor si hay un vino y una cama de por medio,
Seguiremos sumando anécdotas, risas, conversaciones extensas.

Nos recostaremos cada uno a un extremo de la cama y sin caricias de por medio.
Nos veremos fijamente a los ojos,

Titubearemos al hablar, bajaremos el volumen de nuestras voces,
Y seremos uno solo, en pensamiento, en sentimiento,
Continuará enseñándome sobre la vida,
Y yo le contaré lo aprendido hasta ese momento:
Como una pupila a su maestro.

El lazo que hoy tenemos será inquebrantable,
Porque sepa que no habrá día en que no piense en Ud.
En su hermosa locura, en su languidez cuando me habla de este mundo.
Mis pensamientos llegarán hacia donde Ud. esté,
Y lo seguirán eternamente,
Aquí en la tierra o el más allá,
Porque siendo sinceros, una vez más,
Hay una lucha que tengo pendiente, una lucha interna,
No sé si resulte vencedora,
No sé si a pesar de sus esfuerzos y los míos finalmente despierte,
De no ser así, seguiré su consejo,
Medicación y un buen ron,
No más tristeza, no más delirio, no más insomnio,
Solo paz…