Entonces la tormenta habrá pasado...Y podré decir: ¡te vencí!
La depresión ha asomado sus narices, sus patas largas están en mi living room, le he dicho que se vaya, pero insiste en quedarse. A veces, cuando me medico, se hace invisible, pero su respiración jadeante me recuerda que aún está ahí...
martes, 7 de noviembre de 2017
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