Hoy desperté en el limbo:
no triste, no feliz;
así...me sentí desnuda (pese a la ropa que me cubría)
Era YO, en estado natural,
ese YO que me juega malos ratos,
al que la euforia levanta de un tirón,
o al que la depresión tumba bruscamente.
Han pasado algunas horas desde que estoy en pie, y siento como las olas de la melancolía se asoman a mi puerto, están mojando mis pies, mis tobillos están ya algo salpicados; mis rodillas han comenzado a entumecerse, estoy sintiendo el frío atroz de la desolación...
viernes, 26 de mayo de 2017
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