Fredo se ha ido.

Fredo ha muerto, ¿Fredo? Sí.
¿Y dónde se ha ido su genialidad?, ¿se esfumó?, ¿se disipó en el aire a través de sus últimos suspiros?Aún no despierto de esta terrible noticia que ha conmocionado a quienes lo conocíamos, ¿es en serio?, ¿Fredo murió?
Aquel joven que llegó a Lima a perseguir su sueño, ese terco e inteligente ser humano que solo hace algunos meses ingresó  a la Academia Diplomática del Perú Javier Pérez de Cuéllar, después de persistir tanto. ¿De eso se trata la vida?, de eso se trata la muerte?', ¿un día estás y al otro no?, ¿sin más? Y todo lo conseguido a lo largo de nuestra breve existencia, se hace nada...
Me bastaron tres encuentros, algunas llamadas telefónicas y conversaciones por Messenger y Facebook para conocer su esencia, su bondad, su...me quedo corta al querer enumerar cada una de sus virtudes.
Un loco apasionado de las letras, la política, la salsa, un soñador inalcanzable, con una pluma envidiable para la narrativa y el periodismo, cuánto daría por volver a conversar con él, para que me envuelva en sus locas historias, sus anécdotas, dejamos pendiente un encuentro con un rico café, una visita a un hueco salsero detrás del Melitón Carbajal, la compra y cata de unos ricos vinos por Pio's Chicken, cómo me hubiera gustado decir, de aquí a algunos años -con mucho orgullo- "El es mi amigo, el diplomático". Pero no, Fredo no está más...Fredo se ha ido...qué difícil asimilar la noticia, alguien con tanto potencial, verbo y carisma...se ha ido y nos ha dejado consternados, con un nudo en la garganta. Adiós, buen amigo, adiós Fredo...